lunes, 18 de agosto de 2014

Chile: dónde el amor de mamá es víctima de la desigualdad



Desde ayer tenemos rabia, vergüenza e impotencia. ¿La razón?, evidenciar que en Chile no se respetan los derechos más básicos de la infancia y la maternidad. En concreto, hemos conocido a Victoria y su madre Gloria. La pequeña de 1 año y 11 meses se fracturó la pierna y está ingresada en el hospital Carlos Van Buren de Valparaíso. Como tod@s l@s niñ@s chilen@s que son atendidos por el sistema de salud pública, Victoria está separada de su madre y solamente puede ser  cuidada, alimentada y amada por ella algunas horas del día. Por comadres Fernanda Romo y Danae Prado. 




Para ser sinceras, estos sentimientos nos embargan constantemente, porque esta realidad no es aislada, sino que es pan de cada día y se manifiesta en la lactancia, parto, educación, crianza, medios de comunicaciones y ahora salud; pero cada cierto tiempo salen del anonimato y nos golpean la dignidad de mujer, de madre y de ser humana con humanidad (aunque suene redundante, pero lamentablemente no siempre van juntos).

La UNICEF recomienda en su iniciativa Hospital Amigo de Madres e Hij@s que se gestionen las condiciones para beneficiar la lactancia materna, fortalecer el apego y aumentar los grados de lactancia materna en el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud directa o indirectamente la malnutrición es la culpable de un tercio de las muertes de los menores de 5 años en el mundo. La respuesta de la OMS es fomentar la lactancia en la primera hora de vida, el amamantamiento exclusivo hasta los 6 meses y hasta los dos años complementada con otros alimentos. 

La pequeña Victoria en su año 11 meses aún amamanta y en las dolorosas condiciones en las que llegó desde su casa en la Isla de Juan Fernández, el único alimento que aceptaba fue el de la leche materna. 

Por otra parte, Chile cuenta desde el 2007 con el plan Hospital Amigo, para enfrentar la hospitalización en general y que en caso de hospitalizaciones pediátricas exige que un 100% de sus camas cuenten con un acompañante diurno y nocturno, pero la normativa aún es muy ambigua y cada hospital tiene la libertad de cumplir con un mínimo de horas. 

En todo este contexto, ¿Cómo se entiende que una niña que aún no sabe expresarse con claridad, que es amamantada  y que seguramente nunca haya dormido sin su madre, esté sola y enferma en un sitio hostil y desconocido? El Hospital ha dado las típicas excusas de que "fue un error administrativo" para explicar la  transgresión de forma traumática de los derechos de Victoria y de su madre; que además de ver el sufrimiento de su hija, fue humillada y obligada a salir del hospital con seguridad, ante la mirada y llantos de la pequeña.

Bueno, pues esto se explica porqué esto pasa en Chile cuando los niños pobres se enferman, les pasa a todos, no sólo a Victoria. Es indigno pensar que si tu condición social lo permite, podrás cuidar a tu hij@ 24 horas cuando está enfermo, pero en Chile el mercado caló así de hondo: el amor y cuidado de mamá o papá previo pago con su tarjeta. 

En Chile la salud está enferma, no hay recursos económicos para mejorar la calidad del servicio público (dicen los que no quieren repartir la riqueza en dónde deben), ¿pero que una madre y su hija estén juntas es un gasto extra?, rotundamente NO, al contrario, les aseguro que esos niños mejoran antes y gastarán menos recursos médicos (medicinas, camas, enfermeras, médicos etc..), es una inversión de “sentido común”, pues no sólo lo tangible y científico es necesario para la mejoría del cuerpo.

Por suerte, l@s niñ@s no entienden de público o privado, ni de normativas ni de clases sociales, sólo necesitan a su madre, su refugio y amor. Por suerte también hoy en Chile las cosas van cambiando de a poco y ya no nos quedamos mudos ante los abusos.

Estas situaciones no deben callarse y la madre de Victoria reclamó sus derechos. Los primeros en reaccionar fueron las madres,  padres y la sociedad consciente a través de las redes sociales, comenzó el ruido y rápidamente se organizó una concentración pacífica en las puertas del hospital el medio día de este lunes.

Las últimas noticias son alentadoras: Victoria está con su madre y no las volverán a separar, pero de no ser por la presión pública en redes sociales y medios de comunicaciones y por las redes de mujeres madres conscientes, Victoria hoy dormiría sola en una sala de hospital desconocido y quizás muchos otros niños lo hacen.

Por esto, debemos seguir con nuestro deber de luchar por una sociedad que respete los ritmos  y momentos de la maternidad y la infancia. Una de las razones por las cuales creamos este blog es criticar el modelo de crianza ya establecido y reproducido en nuestra sociedad, ciego e ignorante de las necesidades de madre e hij@ y la unión más transformadora e instintiva que existe. 

Como hemos reiterado en diversos de nuestros artículos, la maternidad y la crianza han abandonado el espacio privado del hogar donde por siglos estuvo reprimido, para transformarse en tema de discusión de política nacional y el caso de Victoria y su madre Gloria nos muestra una nueva arista de las numerosas interrogantes que nuestra sociedad aún no responde: cómo el sistema público de salud  no se humaniza en cada uno de sus niveles y retorna a su origen, que es sanar al ser humano y no optimizar recursos; cómo los derechos de niños y niñas son puestos en el primer lugar de la lista en lugar de ser un anexo, y cómo se camina hacia una sociedad más justa y equitativa considerando a la maternidad, la crianza y l@s niñ@s como algo primordial en esta ruta. 

FOTO: Manifestación en las afueras de hospital Van Buren, foto enviada por comadre invitada Paz Alvarado 

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